Invertir en nosotros mismos: Salud física y mental.
A menudo, solemos dejar en segundo plano el cuidado de nuestra salud física o mental, esto sucede por distintas razones, ya sea por el trabajo, la familia o simplemente por desidia, sin embargo, no tomamos en cuenta que, sin una buena salud, todo aquello que deseemos hacer no lo podremos llevar a cabo, por lo tanto, en esta ocasión compartiremos algunos consejos de como invertir en nosotros mismos.
El cuidado de nuestra salud es de gran relevancia hoy en día, si nuestra condición física no es la más adecuada, no tendremos el rendimiento necesario para el ritmo de vida que el mundo actual demanda, por otra parte, si no atendemos adecuadamente las necesidades que ayuden a mejorar la forma en la que nos perciben otras personas, de igual manera presentaremos dificultades para relacionarnos o que nos tomen en serio.
¿De qué forma podemos invertir en nuestra salud mental?
En cuanto a este concepto, es primordial dejar a un lado los estigmas sociales de la salud mental pues, es muy común que se plantee que las personas que acuden con psicólogos o psiquiatras están “locas” o tienen “serios problemas”, pero esto no precisamente debe ser así, invertir en nuestro bienestar mental es muy necesario, la asistencia que ofrecen estos profesionales puede ayudarnos a mejorar nuestra estabilidad emocional, las relaciones sociales o familiares, identificar malos hábitos o manías y, en general, encontrar un equilibrio que nos permita estar bien con nosotros mismos y las personas que nos rodean.
Otra de las acciones que podemos tomar para mejorar nuestra salud mental es invertir en aquellas cosas que nos hacen felices y que nos mantienen motivados, esto depende mucho de cada persona, tal vez algunos nos guste mucho viajar, a otros nos interese adquirir artículos de colección o simplemente impulsar nuestros hobbies.
¿De qué forma podemos invertir en nuestra salud física?
Para este punto podemos mencionar distintas acciones que puedan ayudarnos a mejorar nuestra salud física, la más intuitiva y común es hacernos de buenos hábitos alimenticios, no se trata de cambiar radicalmente nuestra forma de comer o dejar de consumir aquellas cosas que nos gustan, es simplemente encontrar un equilibrio entre todo aquello que consumimos para no saturar a nuestro cuerpo, por lo tanto, de la misma forma que se mencionó antes, puedes buscar ayuda de un experto en el tema que te oriente a llevar una dieta balanceada.
De forma complementaria a lo anterior, combinar una buena alimentación con un ejercicio constante ayudará mucho más a mejorar nuestra condición física, podemos hacerlo de forma autónoma saliendo a correr de vez en cuando o implementar rutinas sencillas en casa, pero si preferimos algo más especializado siempre tenemos la opción de acudir a un gimnasio y al igual que antes, buscar ayuda de profesionales.
Por último, una recomendación más, sin duda, es visitar periódicamente a un médico el cual nos lleve constantemente un seguimiento de nuestro estado de salud, con exámenes y estudios generales que nos permitan prevenir cualquier condición que se pueda presentar.
Y de esta manera, como cada semana, te recomendamos poner en práctica todo aquello que consideres bueno para ti, de igual forma, si crees que esta información puede ser de utilidad para otras personas, no dudes en compartirlo.
De parte de todos los colaboradores que integra al Equipo SAME, deseamos que tengas una excelente semana y que siempre hagas todo aquello que te apasiona :D
MF. Jonas A. Riveroll Hernández.